Virginia Aizkorbe, coordinadora del plan de fomento de la lectura en extremadura
Viernes, 15 de mayo 2020, 10:57
Cierro los ojos. Suena el despertador. Te despiertas a todo correr. Te duchas. Vas a trabajar. Una reunión. Otra. Otra. Quieres llegar pronto a casa, pero hoy tampoco lo consigues. Todo el día corriendo: cumpleaños, extraescolares, haces la compra, cocinas, duchas, cenas, a dormir.
Publicidad
Así el lunes, el martes, todos los días igual. Y ¿ahora? Todo ha parado. ¿y si la vida que llevábamos no era la normal? ¿Qué nos esperará cuando todo esto termine? Leo que nada cambiará. Yo me niego. Hay cosas que sí podemos cambiar en nuestras casas: es obvio que queremos a los nuestros, pero no nos olvidemos nunca más de disfrutarnos, de vivirnos, de parar. Antes éramos felices sin saberlo, ahora seremos felices valorando todo mucho más.
Nadie, nadie estaba preparado para esto ni para la pandemia, ni para la crisis que acecha. Ningún gobierno, ningún país. Creo que ahora no es momento de politizar ni de criticar sin aportar, es momento de remar todos en la misma dirección. Por desgracia, salvo algunos expertos en pandemias que habitan en nuestros vecindarios... nadie tiene las claves para dar la solución perfecta a todo lo que estamos viviendo.
Es contradictorio que podamos ir a tomar una caña a la hora que queramos, pero no podamos dar un paseo con nuestros hijos a las 8 de la tarde. Todos lo sabemos. Pero… también creo que somos conscientes de que si se nos diera 'vía libre' tendríamos una falsa sensación de libertad que podría empeorar las cosas, aumentarían los contagios y no serviría de nada lo bien que lo hemos hecho durante más de dos meses… Así que nos toca acatar órdenes y confiar.
Hemos visto contrastes dramáticos: confinados respirando el aire puro de sus parcelas y confinados en pequeños pisos sin balcón. Personas con todas las comodidades y personas incapaces de dormir por las preocupaciones económicas.
Publicidad
Han muerto miles de personas y parece que hayamos normalizado esas cifras horrorosas, cuando la realidad es que detrás hay familias destrozadas que no han podido acompañar en ningún momento a sus seres queridos, ni han podido dar el adiós que se merecían…
A todos se nos ha encogido el corazón pensando que hay personas conviviendo con sus maltratadores sin posibilidad de salir de casa y encontrar un alivio. Personas mayores que viven solas y sin ayuda…
Menos mal que para compensar un poco, hemos vivido la cara amable viendo como miles de voluntarios han estado llevando comida y medicamentos a las personas más desfavorecidas o con más factores de riesgo. Me ha encantado ver como hemos aprendido los nombres de algunos vecinos e incluso hemos descubierto que son hasta majos.( En mi caso, ya conocía a mis vecinos y son ma-ra-vi-llo-sos).
Publicidad
En muchas familias, cuando llegaba el 'momento basura', la gente exhibía sus artes para escaquearse del engorro de tener que hacerlo… sin embargo, ¡ahora tirar la basura es un privilegio para unos pocos!.
Hemos arrasado con la harina y la levadura y hemos descubierto que cocinar se nos da menos mal de lo que pensábamos para, después, descargar rutinas de ejercicios para ponernos en forma que… unas veces hemos cumplido y …otras no.
Publicidad
Qué buenos ratos nos han hecho pasar Alfred, Javi, Julio y Jose con MAD Moralitas Aventuras Domésticas. Gracias.
Hemos vivido cumpleaños confinados y felices, el día del padre, el día de la madre.... Gracias a las tecnologías hemos sentido a los nuestros muy cerca. Me ha encantado ver como abuelitos, que no tenían ningún interés por las tecnologías, se han hecho perfectamente a las videollamadas.
Lo mejor y lo peor de la sociedad
Festivales, conciertos, obras de teatro, cumpleaños en parques de bolas, bodas, bautizos,comuniones, o entierros todo aplazado o sin público. Sin embargo, hemos podido ver que estas grandes desgracias sacan lo mejor y lo peor de la sociedad. Los artistas han cedido sus obras para entretenernos, para hacernos pasar un buen rato. Aquí, en Extremadura se han creado plataformas como planex.tv para ver películas, reportajes, cuentos para niños y para adultos, talleres, música, magia, obras de teatro...
Publicidad
Muchos han descubierto, por fin, eBiblio y eFilm, aplicaciones con las que te puedes descargar prensa, música, libros y películas de manera gratuita… La cultura es la gran olvidada en el día a día, pero casi sin darnos cuenta, es a lo primero que hemos recurrido en estos días de confinamiento…
La sociedad ha aprendido a valorar un paseo, una reunión con amigos, o simplemente un abrazo... La situación es crítica… Estamos en la fase uno, se aprecia al salir una calma tensa, tenemos ganas de estar con los nuestros y, sin embargo sentimos miedo, miedo al contagio, a lo desconocido, miedo a lo que vendrá. No debemos de dejar que el miedo nos bloquee, debemos de tratar de ser felices, olvidando el miedo y siendo responsables.
Noticia Patrocinada
Me cuesta dar normalidad a los días que no lo son, me cuesta porque sé todo lo que hay detrás, porque hay muchas familias rotas. Me cuesta ver que tenemos una libertad vigilada y que algunos no sabemos utilizarla aunque sea por respeto a todos los que han sufrido y siguen sufriendo.
Tengo la seguridad de que saldremos de esta, lo recordaremos como una pesadilla y con la satisfacción de que, por una vez, luchamos todos juntos.
PRIMER MES GRATIS. Accede a todo el contenido
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Tres días de desfiles de Moda Norte en Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.