«Los extremeños deberían alzar la voz contra el cierre de la central de Almaraz», dice Ignacio Araluce

«Es probable que se consiga el permiso para que la central de Almaraz siga operando». Lo dijo el lunes en Navalmoral Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, la asociación que representa los intereses de la industria nuclear española y a la que pertenecen las empresas propietarias de la instalación (Iberdrola, Endesa y Naturgy).

«En España, seguramente va a haber un cambio, un giro, y con el apoyo de todo el mundo», ratificó Araluce durante las I Jornadas de la sociedad civil frente al cierre de la central nuclear de Almaraz, organizadas por la asociación Pensando Extremadura y celebradas en la sede local de la Cámara de Comercio de Cáceres.

«Nadia Calviño –aseguró el presidente del Foro Nuclear y exdirector de la CNA– ha llegado al Banco Europeo de Inversiones (fue nombrada presidenta el pasado diciembre) y ha pasado de ser antinuclear a financiar los proyectos nucleares en Europa. Y Teresa Ribera (propuesta como vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea) tiene que lidiar ahora con todos los países de Europa y todos se han declarado nucleares. El único país con nucleares en funcionamiento y que tiene un programa de cierre es España. Ribera va a tener que fomentar la nuclear».

La hipotética obtención de la moratoria, sin embargo, no equivaldría a que la central fuera a continuar operativa, sostiene Araluce.

«Porque lo más importante ahora no es la prórroga, lo más difícil es el tema fiscal, porque las administraciones de todos los partidos políticos llevan años crujiéndonos a impuestos, y ninguna empresa aguanta años y años trabajando a pérdidas«.

«En España pagamos 18 euros de impuestos por megavatio y hora, cuando en Francia pagan tres ó cuatro, y así no se puede seguir funcionando», apuntó el representante del sector nuclear, que recordó que esas tasas se abonan tanto al Estado como a las comunidades autónomas y a los municipios próximos a estas centrales.

Mil millones a la Junta en impuestos

«Desde que Almaraz empezó a funcionar, a la Junta de Extremadura le hemos pagado en impuestos más de mil millones de euros», concretó Ignacio Araluce, que afirma que aunque obtuvieran el permiso para que la nuclear siga operando, «igual las empresas dicen que no quieren continuar».

Sin embargo, la consejera Mercedes Morán, que fue la encargada de clausurar las jornadas, aseguró que «la intención que los propietarios de la central han trasladado a la presidenta de la Junta cuando han estado reunidos con ella es la de continuar, pero continuar como quiere toda empresa, o sea, con un negocio que sea rentable».

Araluce también aprovechó su participación en las jornadas para animar a la sociedad civil extremeña a «alzar la voz» contra el cierre de «la industria más importante de la comunidad autónoma».

«Debería haber gente protestando a diario», alentó el presidente de Foro Nuclear durante unas jornadas en las que también participaron miembros de Pensando Extremadura, la Cámara de Comercio, el Club Sénior Extremadura, el Círculo Empresarial Moralo, el Ayuntamiento y la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC).

El representante de este último colectivo, Juan Pedro Sánchez, afirmó que «no hay ningún plan alternativo a Almaraz con el mismo impacto socioeconómico que tiene ella».

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