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Altea tiene un equipo en su casa. NURIA REY
Una voz extremeña para el cine

Una voz extremeña para el cine

EXTREMADURA EN FEMENINO ·

Altea Alfonso Cruz | Actriz de doblaje

JOSÉ M. MARTÍN

Lunes, 8 de junio 2020, 08:08

Ve las películas y las series dobladas. Deformación profesional. «Disfruto cuando un trabajo de doblaje está bien hecho», reconoce Altea Alfonso (Navalmoral de la Mata, 1996).

A sus 24 años ya ha puesto su voz en una treintena de películas. Su primer papel fue en 'Salvando al reino de Oz' (2017), una cinta de animación a la que esta joven morala le guarda especial cariño. Entre los más recientes está 'Próxima' (2019), una cinta francesa que estuvo en la carrera de los Oscar y que recibió en el Festival de San Sebastián el premio especial del jurado. Altea le puso voz a la hija de la protagonista, interpretada por Eva Green.

ALGUNOS DATOS

  • Académicos Cursó los estudios primarios en el colegio El Pozón y los secundarios en el instituto Augustóbriga, ambos de Navalmoral de la Mata, su localidad natal.

  • Profesionales Hizo las prácticas del grado de Traducción y Comunicación Intercultural en Estudio Multidesign, donde le hicieron un contrato y continúa trabajando; primero lo hizo como traductora y actualmente lo hace como actriz de doblaje.

  • Familiares Sus padres, Fernando –profesor de inglés– y Purificación, tienen tres hijos; tiene una hermana, María, de 22 años que estudia en Madrid, y un hermano pequeño, Fernando, de 14 años.

Es algo habitual en el sector que las actrices de doblaje interpreten papeles de niños y niñas. «En una ocasión fui la voz de Scarlett Johansson», rememora Altea sobre la película 'Manny & Lo' (1996), en la que la ahora famosa actriz neoyorquina tenía apenas doce años, que fue doblada por el estudio en el que trabaja a principios del año pasado.

«El trabajo es mucho más inmediato de lo que la gente puede pensar; ensayamos un par de veces cada escena»

Altea llegó a Estudio Multidesign para hacer las prácticas de su carrera en 2017. «Estudié el grado de Traducción y Comunicación Intercultural y ya solo me falta presentar el TFG», detalla esta joven, que optó por esta formación tras muchas dudas al acabar Bachillerato. «Me gustaban los idiomas, pero no me veía haciendo Filología y mis padres me recomendaron esta posibilidad», señala. Aunque no se arrepiente, sí se ha sentido algo decepcionada con la carrera. «Estoy decidida a acabarla».

Su primera ocupación en el estudio en el que sigue trabajando fue como traductora audiovisual. Es decir, era la encargada de traducir al castellano los diálogos de las películas que luego interpretan los actores de doblaje.

Para esa tarea no es suficiente con manejar con soltura un idioma –ella, por ejemplo, tiene un nivel C1 de inglés, uno de los certificados más elevados–, también hay que documentarse e investigar sobre la época en la que se desarrolla la trama o el tema central de la misma. «Traducir las jergas es difícil», afirma Altea, que entiende que se trata de un trabajo de mucha responsabilidad, ya que debe ser lo más fiel posible a la intención original y no cambiar la obra del director.

Interpretación

Antes de finalizar ese 2017 le ofrecieron un contrato en la empresa para continuar ejerciendo como traductora, algo que realizó durante un par de años. «Es un estudio modesto y como sabían que me gustaba la interpretación me fueron dando pequeños papeles», comenta Altea.

Ella siempre se había sentido atraída por las artes escénicas. Incluso estuvo durante un trimestre yendo a clase a la escuela de formación actoral de Raquel Pérez, en Madrid. «Desde pequeña he sido muy teatrera y jugaba con mis hermanos y mis primos a hacer de otras personas», recuerda.

Así, poco a poco, fue haciendo papeles de más peso. Hasta que llegó su primera protagonista en 'Veloz como el viento' (2016), una cinta italiana, pero con el guion en inglés. «Estuvo un par de semanas en cartelera en Madrid», apunta Altea, que en alguna ocasión ha terminado poniendo voz a una película que previamente había traducido. «No es lo habitual», indica.

Desde luego, si tiene que elegir entre traducir e interpretar lo tiene claro. «Me gusta mucho más doblar», asegura. Por eso, un futuro ideal para ella sería «ser asignada a una actriz joven y de éxito y poder ser su voz durante toda su carrera, eso significaría tener trabajo asegurado durante un montón de años», añade.

A la hora de doblar a un personaje de ficción hay que tener en cuenta muchas consideraciones. «Tenemos que estar en boca», dice Altea, para explicar que su voz tiene que coincidir con el movimiento de los labios de la actriz. «Un doblaje está bien hecho cuando ese doblaje no se nota».

No es algo sencillo. Además, ella no puede ver la película entera y preparar el papel de una forma especial. «Es mucho más inmediato de lo que la gente puede pensar; ensayamos un par de veces cada escena y empezamos a grabar», informa esta joven, que considera que el doblaje está arraigado a la cultura audiovisual de nuestro país. «Es un arte y una profesión preciosa, porque sirve para que el contenido audiovisual sea accesible a personas que no podrían entenderlo en versión original o con subtítulos».

No solo ha puesto voz a actores y actrices, también lo ha hecho con personajes de animación, aunque en menos ocasiones. «El proceso es muy similar en ambos casos –declara– pero me resulta muy divertido trabajar con dibujos animados».

Menos encargos ha tenido en el sector de las series. «Traduje varios capítulos de 'El joven Montalbano' –precuela de la conocida 'El comisario Montalbano'– y he hecho otras cositas muy pequeñas», en palabras de Altea, que sigue muy vinculada con Navalmoral de la Mata, donde todavía reside su familia y donde volverá cuando el estado de alarma se lo permita.

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