

DAVID GONZÁLEZ, ALCALDE DE VALDEHÚNCAR
Lunes, 24 de enero 2022, 22:42
Soy alcalde de Valdehúncar, un pueblo con escasos 200 vecinos. El problema de la despoblación fue uno de los motivos que me llevó a querer transformar mi pueblo, que perdía población, al igual que el resto del país. Junto con otros alcaldes del entorno con la misma problemática, comenzamos a tratar este asunto a nivel comarcal, logrando poco éxito.
Cuando una compañera alcaldesa fue presidenta de la Diputación Provincial de Cáceres, Rosario Cordero, se dio más visibilidad. Con esto conseguíamos ponernos a la altura de otras provincias que ya tenían esta reclamación hacía varios años. Seguidamente vendría la manifestación en Madrid.
Una de las creencias más comunes es que con la idea que cada uno tenemos en nuestra cabeza se solucionaría gran parte del problema, cuando no todo. Esto nos hace creer que los gobernantes son estúpidos y que nosotros somos estupendos, ¡¡que lejos de la realidad!! No se trata de las pequeñas y/o grandes ideas, que también. Se trata de que todas esas ideas más otras muchas más, junto con una infinidad de medidas, impulsos, maremágnum, etc, etc. Folios y folios escritos por miles de técnicos expertos …, al final hay que ponerle precio o coste a este movimiento. ¡He aquí uno de los grandes escollos!.
Pero antes de llegar a esto, que es el final del camino y el principio de la solución, hay que 'ganar' en los Parlamentos de las distintas administraciones: europeas, nacionales, autonómicas, provinciales y locales. Esta es una labor complicada, dado que tal y como ahora mismo se observa el problema solo afecta a un porcentaje muy pequeño frente a otro mayoritario. Lo rural frente a lo urbano…
Pero es ahí precisamente donde ésta la clave, es tan problemático la despoblación en lo rural como la superpoblación en lo urbano.
El urbanita medio cuando llega el fin de semana necesita salir del enjambre, saliendo al mayor parque temático que existe, el campo, a pasear, a respirar aire puro, a dejar de escuchar ruidos molestos y escuchar pájaros, ovejas o gallinas. Aunque éstas, las gallinas, alguna vez molesten más por falta de costumbre que por volumen de sus cantos…
El rural, ayuda a transformar la contaminación en aire puro, las aguas sucias en aguas cristalinas, los ruidos molestos en sonidos de cuentos…. Con su trabajo produce alimentos de gran calidad para alimentar a todos, conserva el monte siendo el primer bombero que aparece con su ganado que alimenta cada día con más costes de producción, además de un sin fin de exigencias medioambientales, sanitarias, burocráticas… para vender a precios de hace 30 años en la mayoría de los casos.
Junto a los agricultores necesitan cada vez tener mayores exportaciones para poder sobrevivir, de ahí las explotaciones intensivas, para poder llegar a un mercado con precios competitivos de unas importaciones sin las mismas exigencias que al producto nacional. Y frente al al consumidor, al que no se le informa adecuadamente de la procedencia, ni de la forma de producción del alimento, que compra en una gran superficie.
Grandes superficies que ahogan con sus precios o, directamente, hacen importaciones sin ningún escrúpulo, para poner en sus estanterías ese jamón York rosa, con diez mil productos utilizados desde la alimentación hasta la fabricación, a un precio y con una campaña de imagen atractiva para el consumidor, frente a un producto criado y fabricado en el territorio, pero con unos costes superiores acordes a su calidad de crianza producción y elaboración.
Sumemos a esto el coste del transporte, el del pienso, el del taller, el de la cooperativa, el cerrajero, el ferretero, el veterinario, el perito, el de la gasolinera, el del bar, el del comercio, el electricista, el del riego, el de los seguros, el de las ruedas, el de la gestoría, el del pan, el del banco... Así hasta llegar a cada uno de nosotros en esta rueda que nos une.
Crear conciencia
Hay que comenzar a crear conciencia de consumir producto de km 0, de calidad adecuada pagando un poquito más sin llegar hacer precios abusivos y, en otro caso, rebajando los márgenes en la cadena de distribución.
Hoy nadie pone en duda que escuelas, hospitales o carreteras se construyen y mantienen a cargo de las administraciones del Estado. Ha llegado el momento de mantener lo rural de las distintas formas posibles, desde la más simple a la más compleja medida. Se tendrán que facilitar desgravaciones fiscales a aquellos que aún sabiendo que tienen poca cuota de mercado arriesgan por mantener un sector sea el primario o de servicios, con compensaciones que lleguen a ser interesantes como en una gran urbe, acceso a la vivienda, IRPF, ayuda escolar, a la natalidad, en los consumos de energía, en locomoción etc etc..
Porque de lo contrario, y con 40 años de por medio, el campo será monte, el monte selva, la selva combustible para un fuego devastador y cuando éste arrase miles de hectáreas, suframos desgracias no solo materiales sino de pérdidas humanas, o cuando tengamos otra crisis y falten los suministros de primera necesidad en las estanterías del super por culpa de no tener gente viviendo en zonas rurales, será tarde para remediarlo.
Me gustaría decir a mis hijos «quedaros en el pueblo. Pero no puedo».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Encuentran a una mujer de 79 años muerta desde hacía varios días en su domicilio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.