Una prolongada y emotiva ovación, seguida del lanzamiento de los cohetes que tiraba para festejar a San Andrés o para celebrar los éxitos del Real Madrid, despidió en la tarde del lunes a David González, don David, párroco de la iglesia del patrono durante varias décadas.
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El funeral fue oficiado por el Obispo de la Diócesis, Ernesto Jesús Brotóns, y por numerosos sacerdotes de distintas poblaciones en un templo abarrotado de fieles y de amigos para acompañar a la familia y dar su último adiós a un hombre de trato afable y siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesitara, al margen de sus creencias religiosas.
Ni su edad, 90 años, ni su delicado estado de salud en los últimos tiempos, le impidieron concelebrar hace apenas diez días la eucaristía y la novena con las que comenzaron las fiestas de las Angustias. Tampoco pasear por calles y plazas, interesarse por los resultados del Moralo y criticar la ausencia de crónicas o reivindicar de manera recurrente por qué en HOY había días en los que no aparecía Navalmoral.
Y es que, por encima de todo, tenía a Navalmoral, a donde llegó a mediados de la década de los 60 con apenas 24 años permaneciendo aquí desde entonces, potenciando las fiestas de San Andrés o poniendo en marcha tradiciones que permanecen, como la quema del Hombre Inicuo cada 30 de noviembre.
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