«Es emocionante ver emerger un pedazo de nuestra prehistoria»

Los arqueólogos que trabajan desde hace dos semanas en el dolmen de Guadalperal, una vez que ha vuelto a emerger de las aguas del pantano de Valdecañas, se sorprendieron este martes al ver aparecer a más de una veintena de personas pertrechadas con cámaras de televisión, trípodes y equipos fotográficos, a las que pidieron que no se acercaran demasiado a las prospecciones en curso.

La presencia de responsables nacionales y regionales de cultura y patrimonio, así como de alcaldes de la zona y numerosos medios de comunicación de toda la región, perturbó la monotonía de su minucioso trabajo, bajo un sol abrasador, sin sombra alguna, para desentrañar los misterios de una construcción megalítica de miles de años.

«Se trata de un ejemplo de colaboración entre varias administraciones que muy pronto va a dar frutos. Estamos ante una pieza importantísima que hay que analizar con muchísimo cuidado, y de la que esperamos poder explicar al final de la campaña lo que se ha ido conociendo. Es una maravilla poder ver el dolmen en las condiciones en las que ahora puede verse».

Así lo dijo la directora general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, María Dolores Jiménez-Blanco, al tiempo que hacía un llamamiento a todas las personas que visiten el yacimiento para que «tomen conciencia de la importancia que tiene y se cuide como se merece para conocer mejor nuestra historia y preservarlo para las generaciones futuras».

Repercusiones para la zona

Junto a ella, la consejera extremeña de Cultura, Nuria Flores, agradecía el trabajo de investigación, catalogación y conservación que se viene haciendo por las repercusiones que va a tener para toda la zona.

«El hecho de que emergiera el dolmen ha propiciado que se haga una catalogación de toda la cuenca del pantano, y creo que es un hito importante», dijo. También agradeció las «ganas e ilusión que están poniendo quienes trabajan en él en unas circunstancias muy difíciles».

La consejera insistió en la llamada a la prudencia, ya que si bien no le parece mal que haya visitas por el interés que genera, sí cree que hay que recordar que se trata de un espacio protegido «que se puede ver desde la corona de arriba, sin bajar más. Tenemos que dejar trabajar a los arqueólogos para que sean ellos los que digan lo que hay en este yacimiento, porque estamos viendo emerger ante nosotros un pedazo de nuestra prehistoria, lo que es emociante».

Los pormenores de los trabajos en marcha los ofrecieron Primitiva Bueno, catedrática de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares; el cacereño Enrique Cerrillo, de la Universidad Complutense, y Ana Cabrera, subdirectora general del Instituto del Patrimonio Cultural.

«Ahora mismo se están haciendo sondeos para detectar los lugares donde aún pudieran quedar restos de las ocupaciones más antiguas, pero está integrado en un gran proyecto de todo el territorio, que es en lo que hemos estado trabajando a lo largo del año y de lo que podremos ofrecer más detalles al final de la campaña», avanzó Ana Cabrera.

A la pregunta de si se contempla el traslado de los restos emergidos, la directora general de Bellas Artes insistió que ahora no se está en ese momento, sino en estudiar lo que hay para tomar una decisión.