El Concurso Internacional de Gazpacho regresa al Itaka Genuine Bar

Mínimo 1,5 litros de gazpacho fresco, con tomates como ingrediente indispensable. Este es el único requisito para participar en una nueva edición del Concurso Internacional de Gazpacho, que el jueves regresa al Itaka Genuine Bar.

Entre las novedades se encuentra que en esta ocasión lo organiza Pablo González Aceituno, quién meses atrás tomó el relevo a Juan Pedro Carrasco, quién inauguró y gestionó este mítico establecimiento, durante casi cuatro décadas.

González explica que la cata de los diferentes gazpachos a concurso (estima en torno a una veintena) tendrá lugar entre las ocho y las nueve de la tarde, entre todos los clientes y amigos que en esa franja horaria se encuentren en el establecimiento.

«Lo serviremos en jarras, de forma anónima, para que nadie pueda identificar al autor del mismo. Comenzaremos la cata entre las ocho y las nueve, para que entre las diez y las once de la noche podamos tener un veredicto, que saldrá de las votaciones de las personas que en ese momento se encuentren aquí», explica González.

El ganador del concurso, que ya ronda la vigésima edición, será agasajado con un bono de consumiciones y una camiseta conmemorativa.

Los interesados en saber más e inscribirse pueden hacerlo hasta el día antes, pasándose por el establecimiento o bien a través de sus redes sociales (Itaka Navalmoral, en Instagram y Facebook).

Nueva dirección

González, dedicado al sector hostelero durante años, en Inglaterra y después en Madrid, decidió regresar a Navalmoral durante la pandemia. «Estuve pensando en sitios y vi que el modelo del Itaka era perfecto para mi. No es un bar al uso, en el que hay que poner desayunos, pero tampoco una discoteca», señala.

Fue entonces cuando inició los contactos con Carrasco, acordando hacerse cargo del mismo con el compromiso de seguir en la misma línea, manteniendo el estilo de música. Porque, como Carrasco dijo y González rememora «para que la clientela de siempre, los parroquianos, sigan viniendo», concluye.