El colegio Campo Arañuelo homenajea a Domingo Quijada
El centro bautiza la caseta meteorológica con el nombre del recordado profesor, historiador y meteorólogo
La caseta de Domingo, las fresas de Domingo, las lecciones impartidas por Domingo... El recuerdo de Domingo Quijada es permanente en el colegio Campo Arañuelo, pese a que su labor docente terminó allí en 1992, tras 15 años como maestro, para incorporarse al instituto Zurbarán una vez que aprobó la oposición de Secundaria.
Se debe, sin duda, a que en los casi 30 años que han pasado desde entonces fueron muy pocos los días que dejó de acudir a la estación meteorológica que se instaló en el patio del centro por iniciativa suya para recoger los datos de temperatura, humedad o precipitaciones.
Y cuando por algún motivo no podía ir, se lo pedía a maestros y maestras dando las instrucciones precisas, como señaló una de ellas, Estrella Pascual, en el inicio del sencillo acto de homenaje que quiso realizar el colegio junto a su caseta.
«Fue un compañero que dedicó muchas horas de su vida a este colegio, que nos dio lecciones y hacia el que tenemos un sentimiento de gratitud», dijo.

De ahí las actividades que han llevado a cabo en el tramo final del curso en varias clases alrededor de la figura del recordado profesor, historiador y meteorólogo con textos y dibujos elaborados por los escolares que, debidamente encuadernados, se entregaron a su mujer, Pilar, y a una de sus hijas, Flor, presentes en el acto.
Junto a esos regalos recibieron el cariño de alumnos y docentes, que, en algún caso, se han propuesto dar vida de nuevo a la caseta para seguir recabando la información meteorológica, «aunque no como lo haría Domingo, lógicamente». Como avance ya se ha creado allí un pequeño huerto.

En esa caseta luce un dibujo con la frase 'Tú la hiciste funcionar, ahora nos toca a nosotros', mientras que en su interior se ha instalado una monolito de mármol, donado por la familia Rubio, en la que se puede leer 'El mejor tiempo es ahora. ¡Gracias maestro!'.
Muy orgulloso del colegio
Su esposa, Pilar Fraile, visiblemente emocionada, aseguró que toda la familia es muy creyente, por lo que saben que en el lugar en el que se encuentre «lo estará viendo y escuchando agradecido, porque de bien nacidos es ser agradecido. Siempre estuvo muy orgulloso de los 15 años que pasó en este colegio».
Igual que en el colegio están orgullosos de los 15 años de labor docente de Quijada y de los casi 30 posteriores con sus visitas diarias como 'hombre del tiempo', hasta poco antes de su fallecimiento en septiembre.
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