

E. G. R.
Lunes, 24 de febrero 2020, 12:17
La pequeña población de Peraleda de San Román triplicó recientemente su número de habitantes con motivo de una singular celebración. Y es que más de 800 personas se dieron cita el fin de semana del 15 y 16 de febrero para despedir a la discoteca Feymar, que cierra sus puertas de forma definitiva tras más cuatro décadas de funcionamiento.
Al frente de la misma han estado Felicita Fuentes y Marcelo Arroyo, que en la Nochebuena de 1975 inauguraron este establecimiento hostelero. Con el tiempo este bar, también discoteca, pasó a ser una piedra angular de la vida social de Peraleda de San Román. Así lo explica Tarsicio, el hijo mayor de la pareja fundadora, que al igual que sus dos hermanos pasó muchos años ayudando en el negocio familiar.
«Era algo que la gente sentía como propio, como si fueran hijos de esta discoteca, porque era mucho más. Era diferente, aquí nunca se ha echado porque no consumiera, todo el mundo entraba y se quedaba, era la casa de toda la gente», rememora.
Buena prueba de este sentir es el homenaje que en vida han recibido Felicita y Marcelo, que en la actualidad cuentan con unos saludables 79 y 81 años respectivamente. El establecimiento contaba con bar, una amplia sala con chimenea donde los vecinos se reunían para ver la tele (compraron una de las primeras en color que hubo en el municipio), futbolín,... e incluso instrumentos musicales que los vecinos podían tocar.
«Mi padre era músico, y sigue tocando. Entonces actuaba con orquestas, y también era albañil, pero decidieron arriesgar en este proyecto a pesar de ser una población pequeña», explica.
Tarsicio señala que la fiesta de despedida comenzó a gestarse en septiembre del año pasado, cuando un grupo de nostálgicos le instó a que hiciera una fiesta de despedida. «Durante los últimos años la tenían alquilada, y ahora ya llevaba un tiempo cerrada. Viendo que seguramente ya no abriría más, me pedían que hiciésemos algo», afirma.
Fue entonces cuando se puso en contacto con la Asociación Juvenil El Cancho, cuyos miembros se han encargado de organizar las actividades, de la compra de bebida, gestión del bar, etcétera, contando con la colaboración del Ayuntamiento.
Comenzaron los preparativos, dando a conocer la iniciativa a través del boca a boca y las redes sociales. Sin embargo cual fue su sorpresa que lo que en principio iba a ser una despedida al uso fue creciendo cada vez más, hasta verse desbordados.
Desbordados
«Se vendieron 650 tickets para la paella. Ya no había más y la gente seguía preguntando, así que muchos han comido en casa de vecinos, nos hemos ido apañando. Han sido cinco generaciones las que nos hemos juntado, desde emigrantes que antes vivían aquí y que literalmente crecieron en Feymar, sus hijos y nietos, hasta vecinos de otras poblaciones de la zona que también venían mucho a la discoteca. La verdad es que ha sido todo muy emotivo», comenta emocionado.
En la celebración actuó la propia familia, pues la vertiente musical del padre la ha seguido buena parte de la familia, como Tarsicio y su hijo, quienes tocaron varios temas para los asistentes. También hubo talleres infantiles, castillos hinchables y una exposición de fotos antiguas relacionadas con la discoteca, con instantáneas de los numerosos grupos de vecinos y visitantes que por ella pasaron y de los eventos que allí se celebraron, como los carnavales, actuaciones, etcétera.
Uno de los momentos más conmovedores de la fiesta llegó con la entrega de la placa de reconocimiento que el Ayuntamiento entregó al matrimonio.
«El pueblo de Peraleda de San Román a Felicita y Marcelo, en agradecimiento porque con vuestro trabajo y esfuerzo hicisteis felices a más de cinco generaciones. La discoteca Feymar siempre estará en nuestros corazones», reza la citada placa, en la que también se reproduce una frase de Gabriel García Márquez: «Recordar es fácil para quién tiene memoria, olvidar es difícil para quién tiene corazón».
De ahí las muestras de agradecimiento de Felicita y Marcelo, que se vieron gratamente sorprendidos por la respuesta de sus antiguos clientes y las muestras de cariño y reconocimiento recibidas.
«Estamos muy orgullosos, contentos y muy agradecidos por todo y a todos. Al Ayuntamiento, a la asociación El Cancho, al pueblo, a los vecinos de otros pueblos que han venido,... gracias de corazón», concluyeron emocionados.
De discoteca a casa rural
Las discoteca Feymar pasará a ser una casa rural. Marcelino, hermano de Tarsicio, ha iniciado ya las obras para transformar este enclave y acoger huéspedes, en un espacio que durante más de cuarenta años ha sido testigo de la vida social, y por ende de la historia de Peraleda de San Román.
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