«En Navalmoral PP y Vox, la derecha y la ultraderecha, dirigen un barco sin timón ni timonel varado por la realidad, sin una sola iniciativa en cien días».
Así lo dijo el martes la anterior alcaldesa, Raquel Medina, ahora en la oposición al frente del grupo socialista, al hacer el tradicional balance de los primeros cien días del nuevo equipo de Gobierno, en los que aseguró que «se han encontrado todo hecho y no han sabido hacer nada».
De manera especial incidió en el proyecto de la fábrica de baterías tras aprobar el Gobierno la ayuda de 300 millones de euros solicitada por Envision.
«Un proyecto en el que hemos trabajado muchos meses los gobiernos socialistas de Navalmoral, de Extremadura y de España y que parece haber sido abandonado por los actuales mandatarios del Ayuntamiento y la comunidad autónoma. Aunque el trabajo se lo hemos dejado prácticamente hecho, quedan cosas por hacer que exigen la total dedicación para su llegada a Navalmoral. Sin embargo, prefieren el escaparate de las redes sociales que faenar, no solo para la instalación de la gigafactoría sino para el desarrollo de Navalmoral».
Igualmente mostró su preocupación por la situación de la línea de alta velocidad a su paso por el casco urbano y la planificación del nuevo urbanismo resultante, «de la que también depende la plataforma logística (desarrollada en más del 50%) y la decisión de varias empresas de instalarse aquí para conectar nuestra ciudad con el puerto de Sines. Nos preocupan las gestiones administrativas y de infraestructura ya comprometidas, porque hasta ahora la única acción que conocemos es alegar que la Declaración de Impacto Ambiental puede estar caducada, a sabiendas de que iniciadas las obras ni caducan ni se modifican las autorizaciones de esta índole».
A juicio de Raquel Medina o el proyecto «le viene grande a alguien que no esperaba ser alcalde, o si lo esperaba no creía en el proyecto». Y el problema se agrava, en su opinión, al observar el «desinterés» de María Guardiola al respecto, «quien ni se ha interesado por la implantación de una de las empresas más grandes de Extremadura, ni se ha celebrado una sola reunión para planificar el futuro».
Otras cuestiones
Al margen de la gigafactoría criticó otras cuestiones, como la supresión de la concejalía de Participación Ciudadana, «pilar fundamental para la conexión social»; la ausencia de la habitual ayuda para la compra de material escolar por las familias más desfavorecidas; la posible desaparición de la Escuela Municipal de Baloncesto o que en más de tres meses no se haya convocado un solo Consejo Sectorial.
Frente a todo ello recordó que los concejales y concejalas del PSOE se comprometieron a colaborar con el nuevo Gobierno para facilitarles la llegada a sus respectivos cargos, «pero han transcurrido más de cien días y ningún nuevo edil se ha interesado por el estado de las cuestiones que quedaron pendientes y que ellos deben resolver ahora. No obstante, si lo necesitan, aquí estamos, porque la vecindad ni es la culpable ni puede ser quien pague las consecuencias de la abulia imperante», afirmó.
Para terminar se preguntó, si, como venía siendo norma en las fiestas de San Miguel, se va a establecer un Punto Violeta o se va a realizar alguna campaña de sensibilización, aunque no le extrañaría que no se hiciera ya que frente a la preocupación ciudadana por la violencia sexual y de género, «hay partidos que están en el Gobierno municipal que niegan su existencia».
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