En la paz del cementerio (A todos los fallecidos y Santos del mundo)
Eladio sanjuán
Domingo, 1 de noviembre 2020, 17:43
Reposan nuestros difuntos
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en la paz del cementerio
y en los cipreses la brisa
besa con su labio eterno.
Audaces los pajarillos
viven su amor en silencio
para luego alzar su canto
para alegrar a los muertos.
La luna en la noche estuvo
besando al ciprés, y el beso,
fue «La Plata» de la noche,
respirando amor eterno.
Quién ha dicho que el amor
no visita el cementerio.
Queridos muertos. El alma,
goza ese gran privilegio,
de amar aunque sea invisible
y aunque ninguno la vemos,
ella besa con sus labios
la savia azul de los muertos.
El amor lo puede todo.
Lo gozan hasta los muertos,
porque con el alma ven
a los jóvenes riendo:
Haciendo la «calbotada»
que son castañas al fuego:
la «carbochá», el «calbote»
y el amor entre los dedos.
Las miradas y el calbote,
ambas cosas llevan fuego,
el amor que lleva el alma,
también sobre el cementerio,
y en medio, la «calbotada»,
porque el amor es eterno.
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¡Que vivan todos los Santos!
¡¡Los «calbotes» y los muertos...!!
Queridos muertos, el alma,
me hizo escribir estos versos.
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