Instalar nuevas señalizaciones verticales en el entorno del instituto Zurbarán y chinchetas reductoras de velocidad en el suelo, son las primeras medidas que adoptará el Ayuntamiento para minimizar el riesgo a la entrada y salida de alumnos, especialmente del medio millar que hacen uso del transporte escolar.
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De las mismas daba cuenta a HOY el alcalde, Enrique Hueso, tras visitar la zona con el subinspector jefe de la Policía Local, Pedro Blázquez. Presenciando la concentración de alumnos en la calle Pozo Rancón, los más de 20 autobuses que deben pasar por allí para recogerlos y la circulación de algunos conductores a elevada velocidad, calificó la situación de «complicada».
De ahí esas primeras medidas, anunciando que el próximo año instalarán cámaras de vigilancia, que automáticamente sancionarán a los infractores, pues no se está respetando el acceso restringido a autobuses a la hora de la salida de las clases.
Para concluir, Hueso aseguró que garantizar «la seguridad de los jóvenes a la hora de salir es fundamental«.
Denuncia pública
Cabe recordar que estas medidas llegan después de que el director del centro, Roberto Correas, convocase a los medios de comunicación en ese punto para hacer pública una demanda que había realizado reiteradamente por los canales oficiales tanto a éste como al anterior equipo de Gobierno.
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