El Ayuntamiento retomó el martes la atención presencial al ciudadano, aunque de momento solo para gestiones muy concretas, con limitaciones físicas y cita previa.
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Así lo anunció la alcaldesa, Raquel Medina, al explicar que con el inicio de la fase III de la desescalada se ha comenzado a recuperar la «casi completa normalidad de la vida institucional. Una normalidad que conlleva la apertura del Ayuntamiento al público, si bien, solo para la realización de determinadas gestiones».
En concreto, para el registro de solicitudes y documentación, así como para la gestión de todas las cuestiones relativas al padrón municipal, como empadronamientos y certificados. Para ello, los usuarios y usuarias deben llamar al teléfono 927 53 01 04, en el que le darán día y hora para atenderle físicamente.
En ese sentido también avanzó que las instalaciones públicas irán abriéndose al público paulatinamente, «cumpliendo de manera escrupulosa la normativa vigente en materia de prevención y protección de la salud».
De esas instalaciones una tardará algo más, la biblioteca municipal, por las obras que se vienen realizando, de las que ya ha informado HOY y que detalló la alcaldesa: nivelación y entarimado del suelo, un nueva división horizontal, adecentamiento de paredes y parte del mobiliario y sustitución luminarias por otra de LED, «una energía más limpia y que permitirá un ahorro en el consumo energético».
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Las obras en marcha cuentan con la colaboración de la Diputación Provincial, que aporta 25.000 euros para el cambio del suelo por tarima.
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