

En la mañana del jueves se produjo una pelea, de ciertas proporciones, entre dos individuos de origen magrebí en las inmediaciones de la plaza de España, que terminó con un detenido por la Policía Local. Es tal la incertidumbre que se ha instalado en la población tras conocerse lo ocurrido con los positivos por covid importados desde Andalucía, que empezó a correr el rumor de que estaba relacionado con el brote. Pero no es así. Se trataba de asuntos personales.
Esa anécdota refleja el ambiente que se vive ahora mismo en Navalmoral, donde sus vecinos no paran de recibir sorpresas desagradables sobre los nuevos contagios que no dejan de crecer fuera del estado de alarma, y en unas circustancias muy especiales, cuando en pleno estado de alarma la situación era mucho más tranquilizadora.
De ahí la exigencia de aclaraciones por parte de la ciudadanía, en la que insistió, también el jueves, el portavoz municipal, y concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Fernández, ante la «desinformación y las informaciones falsas que no dejan de circular».
«La información que tiene el Ayuntamiento es que una persona llega a la costa de Almería y que en el punto de origen no se le hace ningún test. El traslado se hace hasta Navalmoral, donde reside en un domicilio con otros convivientes, sin relación familiar. Aquí se le practica la prueba y da positivo. Y a raíz de este positivo el Área de Salud realiza las investigaciones y se hacen las pruebas a las personas con las que había mantenido contacto», explicó.
El portavoz añadió que el Ayuntamiento ha pedido, «y sigue pidiendo», a la Delegación del Gobierno que se den las explicaciones oportunas «que nos aclaren toda la situación en relación con esta persona, que es lo que creemos que tenemos que hacer ante la alarma que se ha producido en la población. No nos vamos a quedar de brazos cruzados si en algún momento no se ha acertado con su traslado hasta Navalmoral».
Esa alarma a la que se refiere Pedro Fernández se acrecentó al conocerse, de fuentes oficiales, la desaparición del paciente cero, que, curiosamente, había adelantado Vox Navalmoral la noche anterior en un comunicado en el que reparte las responsabilidades de lo ocurrido entre la Delegación del Gobierno y la Fundación Cepaim, la asociación dedicada a la integración de inmigrantes que trajo al hombre ahora desaparecido.
Entran y salen a sus anchas
Una muestra más de esa alarma son los comentarios que se suceden en la calle, en las terrazas o en las redes sociales. Como ejemplo el de una joven madre, Jessica Dos Santos, alertando que en su barrio hay ciertas personas, recién llegadas, infectadas por covid «que salen y entran a sus anchas y a las que, como mucho, les pueden decir que se vayan a casa porque al no estar en estado de alarma no se pueden tomar más medidas que la de quejarnos. Y no es xenofobia. Es fobia por un virus que ha acabado con más de 40.000 personas en nuestro país».
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