Borrar
Alumnos y sanitarios durante la realización de las pruebas. J. C.

Aprender estadística con los datos de la covid-19

El instituto Jaranda, de Jarandilla de la Vera, desarrolla un proyecto que incluye un estudio de seroprevalencia para toda la comunidad educativa

ELOY GARCÍA

Lunes, 12 de abril 2021, 23:11

«No podíamos dejar pasar la oportunidad de estudiar un hecho histórico, como es la pandemia, en directo». De este modo argumenta Javier Calderón, jefe de estudios del instituto Jaranda, de Jarandilla de la Vera, el desarrollo del proyecto 'La covid-19 como herramienta educativa', en el que participa toda la comunidad, cerca de 400 personas entre alumnos, personal docente y resto de trabajadores del centro.

Se trata de una iniciativa pionera no solo en la región, sino a nivel nacional, al llevarse a cabo un exhaustivo estudio sobre la incidencia de la covid-19 en una comunidad de convivencia caracterizada por la presencia continuada de un número elevado de personas, alumnado y personal docente y no docente, en un mismo espacio. Los resultados e información que aportan los test serológicos de anticuerpos resultan más relevantes que los test de antígenos que se utilizan para los cribados masivos.

Pero... ¿por qué la covid y no la gripe común y el cáncer? «Por su implicación en la vida cotidiana vimos que debíamos traer la pandemia al aula con afán de aprendizaje, que no solo sea sufrimiento, y porque se trata de un acontecimiento histórico que durante muchos años se va a estudiar en todo el mundo», explica el jefe de estudios del instituto verato.

380 pruebas

Como historiador que es, Calderón reconoce que carecen de perspectiva para su estudio, algo de lo que sí disponen al abordar en clase, por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial. «Pero sí disponemos de datos, estos son irrefutables y también se puede aprender mucho de ellos», subraya.

A los datos disponibles se suman ahora los obtenidos por su propio estudio. De las 398 personas que componen la comunidad educativa (el 83,68% son alumnos) 380 han accedido a participar en el estudio de seroprevalencia que incluye el proyecto.

Entre las 380 pruebas de detección de anticuerpos SARS-Cov-2 llevadas a cabo, han detectado 34 personas con anticuerpos inmunoglobulinas G (IgG) que corresponden al 8,95% de la muestra. De estos, 21 desconocían haber pasado la enfermedad (el 61,76%, frente al 32,35% que sí había sido diagnosticado), lo que viene a indicar –prosigue– que el 5,52% de la población total del estudio tiene anticuerpos y desconoce haber pasado la infección.

Por otro lado, entre el grupo de personas que han pasado la covid «más de la mitad de ellos no presentan en el momento del estudio anticuerpos IgG, lo que pone en cuestión la duración de la inmunidad humoral natural; especialmente si tenemos en cuenta que una de cada tres personas en el momento actual no presenta anticuerpos y había sido diagnosticada hacía menos de tres meses».

Entre el torrente de datos generado por este estudio, que cuenta con el aval de las consejerías de Sanidad y Políticas Sociales y de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura, aborda la incidencia por sectores (alumnos, personal docente y no docente) y la compara con los valores medios de estudios similares llevados a cabo a nivel provincial y estatal, situándose la del conjunto de la comunidad educativa en un 8,42%, que sube a 9,11 en el caso de los alumnos, mientras que la provincial está en 8,4, la estatal en grupos de edad de 10 a 14 años en 6,8 y de 15 a 19 en 6,1.

Próximas acciones

Finalizado el estudio de seroprevalencia, Javier Calderón considera oportuno realizar otro en un plazo de cuatro meses, que ya se ha solicitado a las consejerías, para continuar diseñando estrategias posteriores, algunas de las cuáles ya están en marcha.

Entre estas, apunta el jefe de estudios, se encuentran estudios estadísticos por género, localidades, grupos de edad, sectores, etcétera, llevado a cabo desde el área de Matemáticas, así como una campaña de sensibilización que promueve el área de Geografía e Historia, Lengua e Inglés.

Respecto a ésta última hace hincapié en el objetivo de ser «una campaña reflexiva», elaborada por y para los alumnos. «Al fin y al cabo las normas son impuestas, por eso muchas veces los jóvenes y no tan jóvenes se resisten a cumplirlas. Por eso queremos que las medidas a tomar, que estas normas que elaboremos, nazcan de ellos mismos. De este modo favoreceremos su cumplimiento», asevera.

Para concluir, apunta a la conveniencia de que este tipo de estudios pueda desarrollarse en otros centros educativos para compararlas y establecer referencias, disponiendo así de datos suficientes «para inferir y deducir situaciones de riesgo y comportamientos en función de otras variables además del género, como los ámbitos rurales y urbanos, los contextos socioeconómicos y también los referidos a las posibles diferencias comarcales, provinciales y regionales».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy Aprender estadística con los datos de la covid-19

Aprender estadística con los datos de la covid-19