

Bárbara Rodríguez Sánchez
Viernes, 25 de diciembre 2020, 22:09
2020 está a punto de terminar y el mundo parece gritar: ¡por fin! Y es que sin duda se ha ganado con unanimidad mundial el título de 'annus horribilis' como pocos años antes habían hecho en la historia reciente. Cuando hace un año nos comíamos las uvas, no podíamos imaginar todo lo que el destino nos deparaba. Lo vivido en los últimos 12 meses ha sido propio de un guión de película de ciencia ficción y dejará, indudablemente, una huella imborrable en la mente de muchos de nosotros.
2020 pasará a los anales de la historia como aquel año en el que nos tuvimos que encerrar en casa, mirar al mundo desde nuestros balcones y observar con desesperación como la vida se paralizaba. 2020 es también el año de los aplausos a las ocho, de las videollamadas, del constante ruido de ambulancias, de las imágenes de sanitarios exhaustos, de hospitales colapsados… en definitiva, año de muerte, de dolor, de tragedia.
En la memoria colectiva, estos meses serán recordados como los más surrealistas y dolorosos que hemos vivido. Un año extraño y cruel que se ha cobrado la normalidad de nuestras vidas, se ha llevado a miles de personas y nos ha obligado a separarnos, a cubrir nuestro rostro y a hablar con la mirada.
2020 no ha tenido primavera y más bien, ha parecido ser un invierno constante: duro, triste, frío, con sus días llenos de soledad y de árboles sin vida.
Como ha ido sucediendo con todos los eventos y festividades, la Navidad está siendo muy diferente, marcada por la pandemia. No hay abrazos efusivos en estaciones de tren o aeropuertos, muchas familias no podrán reencontrarse con aquellos seres queridos que viven lejos y en la mesa de muchos hogares, por desgracia, faltará alguien. Hasta las luces que adornan las calles parecen brillar menos que otros años…
Sabemos que 2021 no se llevará de golpe y porrazo todo lo malo que nos dejó este año y que aún nos quedan por delante meses duros. Pero es tiempo de soñar, de creer que poco a poco nos acercamos al final del túnel. Es momento de pensar que ya queda menos para despertar de esta pesadilla y para que nuestras vidas se parezcan a lo que eran antes del 14 de marzo.
No olvidaremos jamás a todos los fallecidos durante esta maldita pandemia ni a lo acontecido en estos meses tan difíciles para la humanidad.
2020, nos has dolido mucho. Gracias por marcharte.
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