
Las Fiestas de Verano han venido para quedarse. Al menos esa es la intención del concejal del área, Alfredo Vizcaíno, ante la buena acogida de las actividades realizadas este año en las que se celebraron casi de rebote, al buscar un día de fiesta local para sustituir al Carnaval, suspendidos por la pandemia.
El festivo elegido fue el 12 de julio, fecha en la que el rey Felipe IV concedió en 1663 el título de Villa a Navalmoral y al resto de poblaciones de la Campana de la Mata. «Eso supuso independencia jurídica de Plasencia -que los moralos tuvimos que comprar a la corona- y nos convirtió 'oficialmente' en ciudad», como ha recordado oportunamente Jesús Gómez Medinabeitia, miembro del patronato de la Fundación Concha.
Para conmemorar esa efemérides, Festejos programó varios conciertos, que en algunos casos que estaban comprometidos desde el pasado San Miguel y no pudieron hacerse en su día. Así pasaron por el parque municipal Megatones, un tributo a los Rolling Stones o Strad, El violinista rebelde, éste con un espectáculo que sorprendió al público presente por su originalidad y la calidad de su propuesta.
Todo ello con entrada gratuita, lo que llevó a reunir en los conciertos a cerca de un millar de espectadores, según las estimaciones de Vizcaíno, con unas estrictas medidas sanitarias.
También hubo música en la calle, con la charanga Los Fugitivos o la Tuna de Obras Públicas de Madrid, o un espectáculo infantil, Dubbi Kids.
Mantener la cita
De ahí la satisfacción del concejal por el desarrollo de esos eventos y su voluntad de mantener la cita veraniega en el futuro, ya sin festividad local, organizando actividades en torno al 12 de julio, como podrían ser verbenas por los barrios si cuenta con la colaboración de las asociaciones vecinales.
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