Ya están medio desmantelados los lavaderos de la gasolinera Moya que van a desaparecer por exigencia de las obras del tren de alta velocidad, al tener que dejar espacio, tras la correspondiente expropiación, a un paso subterráneo para vehículos que saldrá entre el cuartel de la Guardia Civil y el parque municipal. Es uno más de los muchos cambios urbanísticos que van a producirse a medida que avancen los trabajos en marcha en el casco urbano.
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