Adenex, Objetivo Areté, Ecologistas en Acción y el barrio del Molinillo se unen para recuperar entornos verdes

Recuperar y conectar los espacios verdes de la zona periurbana de Navalmoral con el entramado urbano, restaurando ecosistemas y poniendo en valor el patrimonio natural, es el objetivo que se han propuesto varios colectivos con la iniciativa que arrancó el sábado con una plantación de árboles y una ruta guiada por los cerros. Fue en el Día Mundial del Medio Ambiente, que este año se ha aprovechado para lanzar el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas.

En concreto la asociación de vecinos del barrio del Molinillo, Adenex, Ecologistas en Acción Campo Arañuelo y la asociación cultural Objetivo Areté, que crearon en el entorno del Espacio de Creación Joven el denominado Bosque Areté, seguido de una ruta guiada y una sangría popular.

En ese sentido apuntan que la restauración de los ecosistemas puede tomar muchas formas, ya sea plantar árboles, reverdecer ciudades, reintroducir especies silvestres en los jardines, cambiar la dieta o limpiar ríos o costas.

«Esta es la generación que puede hacer las paces con la naturaleza. Y esas paces pueden llegar de la colaboración conjunta, y si desde cada barrio se participa activamente en conseguir que entre lo urbano y lo periurbano haya una conexión más verde», afirman.

Un Molinillo vivo

Y ellos han decidido empezar por el popular barrio del Molinillo, «que quiere seguir vivo, sin basuras ni destrozos a su lado. Y para ello tienen una junta directiva orgullosa de mostrar lo verde más cercano para su uso común y saludable».

Entre los objetivos de su actuación se encontraba también comprobar el deterioro de la zona «una vez que ha sido recorrida por cientos de motos»; recuperar las ruinas del molino cercano al barrio, «para empezar a valorar y usar de otro modo los cerros», y la instalación de una pasarela de madera sobre el arroyo.

Para concluir, los colectivos que promovieron el encuentro, bautizado como 'Vida en los cerros', advierten que «de nada sirve que construyamos un cinturón verde si no está conectado con la gente de una manera amable».

De ahí que insistan en recuperar los arroyos, las callejas y la huella que nos han legado, «reconectando todos los espacios verdes entre sí para facilitar el paseo, la bici, el caballo y las carreras pedestres. Recuperar un espacio que va mucho más allá del asfalto».