
El Área de Salud de Navalmoral ha sumado, hasta ahora, unos 4.400 contagiados por covid-19, en especial en unas primeras olas muy duras, y que se han ido mitigando después con la extensión de las vacunas. Más de 43.000 personas tienen la pauta completa, mientras que se han puesto un total de 82.000 dosis.
Todo esto ha sido posible gracias a un intenso trabajo de los profesionales sanitarios. Pero también de la colaboración que han recibido por parte de los ayuntamientos de la zona; de la propia ciudadanía, «vacunándose para protegerse y proteger a los demás», y de los voluntarios de Protección Civil, «ya que sin su ayuda hubiera sido mucho más complicado».
Así lo dijo el lunes el gerente del Área de Salud, Francisco Javier Godoy, en el sencillo acto que se celebró en el hospital Campo Arañuelo para mostrar públicamente el agradecimiento del SES a los ayuntamientos, representados por el de Navalmoral, y a los integrantes de la agrupación local de Protección Civil, «que han ayudado y siguen ayudando mucho».
Godoy recordó que en el Área de Salud se empezó a vacunar el 4 enero en las residencias, a las personas más vulnerables o a grandes dependientes. «Y lo hicimos cuando estábamos viviendo una tercera ola que había empezado en diciembre y que parecía no iba a ser tan importante como fue. La segunda en mortalidad en porcentaje, con diez, doce o quince ingresados y con traslados a la UCI a Plasencia o Cáceres», señaló.
A partir de ahí se optó por las vacunaciones masivas, y es donde mostró su agradecimiento al Ayuntamiento moralo por poner a su servicio el personal y la infraestructura necesaria, como el edificio multiusos o los pabellones Antonio Jara y Navarrosa, y a la ciudadanía por su disposición a vacunarse.
Aunque el mayor elogio fue para los voluntarios de Protección Civil por su labor en todas las fases, «orientando, organizando, controlando o ayudando con las infraestructuras. Son personas solidarias y desinteresadas, que desde el 17 de febrero, y casi todos los días, incluidos bastantes sábados, han dejado muchas horas de su vida personal y familiar para echar una mano. Sin ellos no hubiera sido posible».
En parecidos términos se expresó la alcaldesa, Raquel Medina, quien también recibió una placa y que llegó a emocionarse al hablar de los voluntarios, «que merecen un reconocimiento mucho mayor que cualquier político. Nosotros debemos estar, porque para eso nos han elegido. Pero ellos lo hacen por vocación de servicio». Asimismo destacó que la pandemia ha puesto de manifiesto el valor de la sanidad pública y de los «grandes profesionales que tenemos, de los que podemos sentirnos orgullosos. Igual que de los ciudadanos y ciudadanas. Unos y otros han dado la talla en el Área de Salud y en toda Extremadura».
Un honor y un motivo de alegría
Para terminar, el responsable de la Agrupación local de Protección Civil, Eduardo Juliench, manifestó que para ellos era un «honor y un motivo de alegría» el reconocimiento por parte del SES, porque lo han hecho de forma «totalmente altruista y sin ningún interés», y que quiso hacer extensivo a miembros de dos agrupaciones cercanas, Talayuela y Almaraz, que les han ayudado puntualmente cuando necesitaban un descanso.
Lo que no es de extrañar, ya que en estos meses han superado las 1.000 horas de servicio de voluntariado.
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