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Presa de Las Veguillas
"Lo que se ha hecho con Navalmoral es una deslealtad institucional inaceptable»

"Lo que se ha hecho con Navalmoral es una deslealtad institucional inaceptable»

La alcaldesa, Raquel Medina, comparece con el alcalde de Talayuela, Raúl Miranda, y anuncia que el Ayuntamiento va a recurrir el acuerdo adoptado por la Mancomunidad de Municipios para solicitar y aceptar el nuevo abastecimiento de agua

Miguel Ángel Marcos

Miércoles, 26 de septiembre 2018, 17:47

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El Ayuntamiento de Navalmoral va a recurrir el acuerdo adoptado por la asamblea de la Mancomunidad de Municipios del Campo Arañuelo de solicitar y aceptar el nuevo abastecimiento de la comarca para que la Confederación Hidrográfica del Tajo repare las deficiencias y se pueda poner en uso. Sería a través de la propia Mancomunidad en la que no está Navalmoral, la población que tiene buena parte de las infraestructuras y la mitad del consumo.

Esos fueron dos de los argumentos que utilizó ayer la alcaldesa, Raquel Medina, para censurar la actuación de la Mancomunidad y de los pueblos que reciben el agua de Navalmoral. La alcaldesa -que estuvo acompañada por el alcalde de Talayuela, Raúl Miranda- recordó que la red la forman 14 municipios con cerca de 36.000 habitantes. De ellos solo siete votaron a favor de solicitar la concesión (Belvís de Monroy, Majadas de Tiétar, Millanes, Peraleda, Saucedilla, Valdehúncar y Toril) y otros siete o no votaron (Almaraz, Casatejada, Pueblonuevo de Miramontes, Tiétar y Navalmoral) o se abstuvo, como Rosalejo, o votó en contra, como Talayuela.

«Casualmente no han votado a favor los cinco municipios con mayor número de habitantes y los que sí lo han hecho representan el 16% de la red, 5.890», apuntó.

En ese sentido explicó que la propuesta del presidente de la Mancomunidad, David González (alcalde de Valdehúncar) es que Navalmoral entre en el colectivo y Almaraz vuelva.

«La primera consecuencia sería que es estaríamos dentro de unos estatutos formados por 23 municipios, de los cuales 9 no forman parte de la red de aguas. Es decir, que no tiene nada que ver pero que podrían decidir sobre un servicio fundamental para el ciudadano».

Asimismo indicó que en caso de entrar, el Ayuntamiento moralo debería aportar cuota al conjunto de la Mancomunidad, «pero no por el servicio sino para el mantenimiento general. El 50% lineal y el otro 50% según los habitantes».

Tampoco está de acuerdo en que el sistema para adoptar acuerdos para la gestión del servicio sea el voto favorable de la mayoría de los representantes de municipios afectados, porque Navalmoral y Talayuela, con el 70% de los habitantes y del consumo, «no podrían decidir nada porque no tendrían mayoría de los votos que el presidente ha establecido en 21. Uno por municipio, 5 Navalmoral y 4 Talayuela».

En otro momento Medina añadió que Navalmoral ha aportado más que nadie a la red, ya que la presa de Las Veguillas y la estación potabilizadora son de propiedad municipal. «Y de hecho los ciudadanos moralos siguen asumiendo mejoras al conjunto de la red y no se ha recibido compensación alguna».

Igualmente reconoció que la Ley de Mancomunidades establece un máximo de votos, «pero CHT en ningún caso ha dicho que sea la forma jurídica de la Mancomunidad la que deba recepcionar la obra y la cesión. Podría ser un consorcio».

Propuesta ridícula

Todo ello llevó a la alcaldesa a afirmar que la propuesta de la Mancomunidad es «sencillamente ridícula, por lo que no aceptamos seguir trabajando sobre esa opción. El 70% de los consumidores no podrían decidir nada sobre la red y sí podrían hacerlo municipios que no forman parte de la misma, como ha ocurrido ya con Bohonal de Ibor, Mesas o Valdecañas, que votaron a favor de la concesión. Lo que es inaudito. Además Navalmoral debería entrar en la Mancomunidad y pagar por servicios que no estamos recibiendo y perdería la total capacidad de dos bienes de su propiedad, como son la potabilizadora y la presa».

A partir de ahí habló de las distintas reuniones mantenidas para tratar de llegar a un acuerdo, que se interrumpieron con el cambio de Gobierno y de los cargos que eso lleva aparejado, como el Subdelegado en Cáceres, esperando a retomar los contactos. Lo que no se ha producido, cuando aseguró que siempre han buscado el acuerdo y que lo siguen buscando, «pero otros tienen que olvidarse de los egos».

En concreto el presidente de la Mancomunidad, que cree tiene «un interés de poder. Si quiere gestionar el agua de los moralos que se presente a las elecciones en Navalmoral, porque el alcalde de Valdehúncar no va a gestionar el agua de los moralos. Lo que ha hecho es una deslealtad institucional inaceptable que tendrá consecuencias políticas y jurídicas. En primer lugar, vamos a recurrir el acuerdo. En segundo lugar, la aprobación del acuerdo con nocturnidad a espaldas de Navalmoral nos impide creer en la buena fe del presidente de la Mancomunidad y sus socios preferentes. Siempre hemos querido consenso, como demostramos en las negociaciones con Arjabor. Pero este acuerdo ha venido a confirmar lo que en realidad buscaba su presidente. Es una triquiñuela para que Navalmoral entre, Almaraz vuelva y Talayuela no se vaya, porque igual la Mancomunidad necesita estos municipios para subsistir. Cuando además no tiene capacidad ni infraestructuras para gestionar este servicio ni tampoco nos dicen como lo van a hacer».

Para terminar, anunció que el lunes se reunió con los portavoces de los grupos municipales y que todos están de acuerdo con la postura del equipo de gobierno.

Talayuela votó en contra

Por su parte Raúl Miranda, alcalde de Talayuela, recordó que votaron en contra de solicitar la concesión porque el pleno decidió en su día salirse de la Mancomunidad y ahora no van a entrar en otra, cuando, además, ya tienen su propia mancomunidad de aguas con los pueblos de su entorno (Rosalejo, Pueblonuevo, Tiétar y las dos pedanías que conserva).

«No se trata de que nadie tenga que dominar sobre nadie, pero tampoco que nadie sea dominado. La intención es que se hagan las cosas por consenso, que ninguno pueda decidir por otro y que paguemos equitativamente todos los pueblos y a nadie le cueste el agua más en en un sitio que en otro. Tenemos que seguir hablando, porque debemos estar todos en el mismo barco. Y no tiene por qué ser en la Mancomunidad, puede ser un consorcio».

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