MIGUEL áNGEL MARCOS
Sábado, 10 de marzo 2018, 12:44
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Las abundantes lluvias de la madrugada del viernes al sábado volvieron a dejar secuelas en el pabellón del Molinillo, con la aparición de nuevas goteras, charcos y humedades, que obligaron a trasladar al pabellón de Navarrosa al menos el primer partido de la mañana del sábado, del equipo junior masculino de la Escuela Municipal de Baloncesto. Aunque parece que allí tampoco pudieron jugar porque estaba ocupado por partidos de fútbol-sala.
Pero quienes fueron testigos de esa situación en el pabellón polideportivo se quejan no solo de las ya habituales goteras, sino de la presencia de madres y padres del equipo visitante en la cancha con calzado poco adecuado para el parqué, como botas y zapatos, sin que nadie les invitara a abandonarla durante muchos minutos.
"Si no cuidamos nosotros mismos las instalaciones, difícil lo tendremos para disfrutar de ellas el mayor tiempo posible", se lamentan.
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