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Jesús Lozano, asesor del curso y foto de familia de ponentes y participantes
El Instituto Nacional Antipalúdico y Álvaro Lozano, referentes para la comunidad científica

El Instituto Nacional Antipalúdico y Álvaro Lozano, referentes para la comunidad científica

Fueron destacados protagonistas en un curso en el Campus Yuste, en la primera acción de la Iniciativa Del Retiro de Carlos V al fin del Paludismo en Extremadura

juan carlos moreno romagueras

Miércoles, 16 de agosto 2017, 20:17

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Poco podía imaginar aquel 3 de noviembre de 2016, cuando iba camino al Instituto de Salud Global de Barcelona al que sería mi primer encuentro con el Dr. Quique Bassat, que apenas nueve meses después estaríamos hablando de un rotundo éxito como el que ha supuesto el curso 'Europa ante los desafíos globales de la Cooperación al Desarrollo. Erradicación y prevención de enfermedades endémicas: Malaria', celebrado en julio en el Campus Yuste de la Fundación Academia Europea de Yuste.

Profesor ICREA de Investigación, Bassat acababa de regresar de uno de sus viajes a Mozambique, donde están luchando contra la malaria desde el CISM Manhiça. Me había citado interesado por la idea que había presentado semanas antes al ISGlobal: la Iniciativa Del Retiro de Carlos V al fin del Paludismo en Extremadura, cuyo propósito es poner en valor el importante patrimonio científico e histórico del Campo Arañuelo y La Vera, en relación con la erradicación del paludismo en la región. Una lucha que tuvo en el Instituto Nacional Antipalúdico de Navalmoral un referente de nivel internacional y en los principales expertos de la época, como Gustavo Pittaluga, Sadí y Eliseo de Buen, Emilio Luengo Arroyo, Felipe Jiménez de Asúa, Rafael Rodríguez, o Álvaro Lozano, a sus protagonistas.

Me habían informado que Quique Bassat tiene una especial sensibilidad por la divulgación. Y es bien cierto. En animada conversación, me hizo ver el acierto del proyecto, al ser la malaria un tema muy tratado a nivel internacional, con mucha información del extranjero, pero que se ha abordado muy poco en España, y le atrajo aquella historia sobre el fin del paludismo en Extremadura que le mostré en formato libro, narrada por el hijo de uno de sus principales artífices, el científico moralo Álvaro Lozano Morales. En contrapartida, él me cautivó con la curiosa odisea que vivieron para confirmar la presencia de paludismo en el cuerpo de Carlos V.

Su cálida acogida y predisposición a colaborar me afirmaron en mi idea y en la posibilidad de salir airosos del reto que días atrás nos habíamos marcado con mi buen amigo y tocayo Juan Carlos Moreno Piñero, director de la Fundación Yuste. Un curso sobre malaria en el Campus Yuste 2017, como primera acción de la Iniciativa.

Una sorprendente realidad

Pues bien, el curso ha sido una exquisita y sorprendente realidad. Y si días antes de su inicio, en mi blog 'Moralo y.' calificaba a los compañeros de organización como un grupo de personas de elevada inteligencia, sencillez abrumadora y una calidad humana excepcional, una vez celebrado lo reitero con mayor énfasis todavía.

Además de una altísima calidad docente, el curso ha obtenido otros logros: el Campus Yuste se ha abierto con brillantez hacia nuevas áreas de conocimiento; se ha creado un marco especial de interrelación entre los participantes que trascenderá al curso y se ha reivindicado el legado histórico de Navalmoral y su entorno en un hito científico de primera magnitud para la salud pública española.

Para tal cometido tuvimos la fortuna de contar con la sabiduría y cercanía del Dr. Jesús Lozano Olivares, Microbiólogo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública; irremplazable amigo y soporte científico de la Iniciativa, y asesor del curso. En una emotiva intervención, desgranó la obra científica de su padre, Álvaro Lozano Morales, y la relevancia del Instituto Antipalúdico de Navalmoral, que fue un laboratorio de experimentación para el resto de España recalcó Jesús Lozano, para quien su ponencia fue un homenaje tanto a mi padre como a mi hermano, Álvaro Lozano Olivares, quien fue el autor de este trabajo.

Una exposición que se vió reforzada por una breve intervención del Cronista Oficial de Navalmoral, Domingo Quijada, y la presencia del presidente de la Fundación Concha, Carlos Zamora.

Lozano, siempre presente

La labor de Lozano Morales estuvo siempre latente. Desde la inauguración académica, en la que la directora general de Salud Pública y Medioambiente de la OMS, María Neira, reconocía desde Ginebra que si conseguimos erradicar la malaria de Europa fue gracias a muchos esfuerzos y personas como Álvaro Lozano, que contribuyó de manera decisiva en buenas políticas para mejorar el acceso al agua potable, el saneamiento ambiental y la dificultad de transmisión de la enfermedad por los mosquitos, hasta la clausura, cuando Quique Bassat, director del curso, le puso como ejemplo a seguir.

Si Álvaro Lozano no hubiese sido un trabajador incansable que dedicó su vida a la eliminación de la malaria en el país, no estaríamos en la situación de hoy.

Pero especialmente emotivas fueron las palabras de afecto y reconocimiento del Dr. Guillermo Vázquez Mata, auténtico referente español en cooperación internacional y lucha contra las enfermedades endémicas, premio Princesa de Asturias 2015 a la Concordia con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

El agradecimiento es por algo muy simple, dijo. Con poquísimos medios pero con una gran dedicación, fue una pieza fundamental para erradicar la malaria aquí. En un momento en que solo hablamos de cosas muy grandes, el ejemplo de Álvaro Lozano es cómo con cosas muy pequeñas se pueden hacer muchas cosas.

Misión cumplida. A por el siguiente reto

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