Miguel Ángel Marcos
Jueves, 23 de marzo 2017, 10:11
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La Corporación Municipal saldó en la noche del miércoles una deuda que tenía con el fallecido José Vizcaíno desde hace 34 años, al aprobar que se cumpla el acuerdo de pleno de marzo de 1983 que le concedía la medalla de oro de Navalmoral en "agradecimiento a los méritos contraídos y en reconocimiento de su abnegada y desinteresada labor humanitaria y social", sin haberla recibido en vida. Algo que no tiene ni lógica ni explicación alguna.
El pleno extraordinario celebrado el miércoles, por espacio de dos horas y media, respaldó por unanimidad una moción presentada por Ciudadanos para que los familiares del homenajeado reciban, por fin, la medalla pendiente. Su portavoz, Belén Vázquez, explicó que la habían presentado "por respeto" a la Corporación de entonces y, sobre todo, para reconocer la labor "de un gran hombre".
En ese sentido lamentó que los vecinos más jóvenes no conozcan todo lo que Vizcaíno hizo a lo largo de su vida, puesto que en los últimos años se le relacionó básicamente con el Carnaval, recordando algunas de sus actuaciones relacionadas con el fútbol, como presidente del Moralo que también fue, o con el propio Carnaval.
Vázquez extendió el reconocimiento a su mujer, también fallecida, y felicitó a sus hijos, dos de ellos presentes en el salón de plenos -César y Alfredo- "porque les ha dejado el mejor legado, de honradez y entrega a los demás".
Los portavoces de distintos grupos tuvieron palabras de elogio hacia José Vizcaíno, aunque también alguna crítica por lo ocurrido. En especial Ángela Miguel, del Grupo Independiente, quien afeó a PSOE y PP que no le hubieran entregado la medalla en las legislaturas que han estado al frente del Ayuntamiento, si bien ahí la portavoz popular, Marimi Rodicio, le recordó que ella misma había formado parte del gobierno en dos de esas legislaturas.
"Nunca es tarde si la dicha es buena", apuntó Rodicio.
Ángela Miguel también dijo que los reconocimientos "deben hacerse en vida", con lo que se mostró de acuerdo la alcaldesa, Raquel Medina, quien apuntó que es responsabilidad de todos que la medalla no se haya entregado antes, y que está bien "ir solucionando cosas del pasado", además de recordar la relación de amistad que tiene con César y Alfredo y toda la familia Vizcaíno.
Alfredo, dado que ahora mismo es concejal, se ausentó del debate y la votación al ser un tema que le afecta directamente.
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