redacción
Jueves, 16 de marzo 2017, 10:48
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El Ayuntamiento se ha visto obligado a retirar las piedras de pequeño tamaño que colocó en los parterres de la recién reformada plaza de los Colorines para evitar que niños y jóvenes las sigan utilizando para jugar o para lanzarlas por las calles cercanas, con el riesgo de dar a viandantes o vehículos, como venía ocurriendo últimamente y como algunos vecinos del entorno ya vaticinaron que iba a pasar.
De ahí que operarios municipales las retiraran el martes, junto con las flores plantadas. Sin embargo no desaparecerán del todo, sino que serán sustituidas por otras de mayor envergadura que se fijarán con hormigón, según han asegurado desde el equipo de gobierno. El objetivo de esas piedras es adornar la plaza y que los perros no hagan sus necesidades en los parterres.
La alcaldesa, Raquel Medina, explicó a HOY que se trata de una demanda vecinal, ante el mal uso que hacían algunas personas, «que ha tenido una respuesta inmediata».
También hacía un nuevo llamamiento a la colaboración, «porque si queremos vivir en un pueblo bonito, limpio y en condiciones, vamos a respetar lo que tenemos».
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