Miguel Ángel Marcos
Miércoles, 4 de mayo 2016, 07:42
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En una de las jornadas de la pasada Feria del Libro sorprendió encontrar, junto a las casetas de los libreros, un puesto atendido por escolares que vendían pulseras, anillos, pendientes o collares elaborados por ellos mismos. Eran integrantes de la cooperativa infantil de bisutería Jewelsrus que funciona desde hace varios años en el colegio Almanzor, dentro de la iniciativa autonómica Junioremprende, y que en ocasiones saca su actividad a la calle.
Pero va a sorprender todavía más la decisión que han tomado los chavales, al donar el dinero que recauden a lo largo del curso -y solo ese día hicieron 200 euros- a Valeria Curto, la niña de Carcaboso que padece atresia pulmonar de la que se va a operar en Boston. Aunque eso suponga tener que renunciar al objetivo que se marcaron: ir al cine.
Algo que puede parecer sencillo para muchos niños de su edad pero tan difícil para ellos por sus circunstancias socioeconómicas, puesto que de los quince alumnos del grupo sólo tres han ido alguna vez, decían desde el colegio al poner en marcha la cooperativa. De ahí el valor que tiene su gesto.
Capacidad emprendedora
La experiencia consiste en la creación, de manera simulada, de una cooperativa que engloba distintos valores, "como la creatividad, la imaginación, el trabajo en equipo o la responsabilidad, que desarrollan su capacidad emprendedora.
Además, la mayoría de los materiales que emplean son reciclados, colaborando así con el medio ambiente y creando una conciencia ecológica entre los escolares. También, por lo que se ve, una conciencia solidaria.
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